Y he aquí, tu parienta Elisabeth, ella también ha concebido un hijo en su vejez: y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.

Y, he aquí, tu primo - más bien, 'pariente' [ sungenees ( G4773 )]; porque la palabra no determina hasta qué punto estaban relacionados. Aunque Isabel era de la tribu de Leví y María de Judá, como se verá más adelante, aún podían estar emparentadas, ya que se permitía el matrimonio mixto entre las tribus.

Ella también ha concebido un hijo en su vejez: y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. Esto fue para María una señal no buscada, en recompensa de una fe tan sencilla; y ¡qué contraste con la señal exigida que obtuvo el incrédulo Zacarías!

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