Éxodo 13:1-22

1 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:

2 — Conságrame todo primogénito; todo el que abre la matriz entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, es mío.

3 Moisés dijo al pueblo: — Conmemoren este día en el cual han salido de Egipto, de la casa de esclavitud; porque el SEÑOR los ha sacado de aquí con mano poderosa. Por eso no comerán nada que tenga levadura.

4 Ustedes salen hoy, en el mes de Abib.

5 Y cuando el SEÑOR te haya llevado a la tierra de los cananeos, heteos, amorreos y jebuseos, la cual juró a tus padres que te daría, una tierra que fluye leche y miel, celebrarán este rito en este mes.

6 Durante siete días comerán panes sin levadura, y el séptimo día será fiesta para el SEÑOR.

7 Durante los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado ni levadura en todo tu territorio.

8 »Aquel día se lo contarás a tu hijo diciendo: “Esto se hace con motivo de lo que el SEÑOR hizo conmigo cuando salí de Egipto.

9 Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un recordatorio entre tus ojos, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca, porque con mano poderosa el SEÑOR te sacó de Egipto.

10 Por tanto, guardarás esta ordenanza en el tiempo fijado, de año en año”.

11 »Cuando el SEÑOR te haya introducido en la tierra de los cananeos, y te la haya dado como te juró a ti y a tus padres,

12 apartarás para el SEÑOR todo primogénito que abre la matriz, y también todo primogénito de las crías de tus animales; los machos serán del SEÑOR.

13 Rescatarás con un cordero todo primogénito de asno; y si no lo rescatas, romperás su nuca. También rescatarás todo primogénito de entre tus hijos.

14 Y cuando mañana te pregunte tu hijo diciendo: “¿Qué es esto?”, le dirás: “Con mano poderosa el SEÑOR nos sacó de Egipto, de la casa de esclavitud.

15 Cuando el faraón se endureció para no dejarnos ir, el SEÑOR mató en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito del animal. Por esta razón yo ofrezco en sacrificio al SEÑOR todo primogénito macho que abre la matriz y rescato a todo primogénito de mis hijos”.

16 Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un recordatorio entre tus ojos, ya que el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano poderosa.

17 Cuando el faraón dejó ir al pueblo, Dios no lo guió por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto, porque dijo el SEÑOR: “No sea que al enfrentarse con la guerra, el pueblo cambie de parecer y se vuelva a Egipto”.

18 Más bien, Dios hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto armados.

19 Moisés tomó también consigo los restos de José, quien había hecho jurar a los hijos de Israel diciendo: “Ciertamente Dios los visitará, y harán llevar de aquí mis restos, con ustedes”.

20 Salieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto.

21 El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche.

22 La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche.

LOS PRIMOGENITOS SANTIFICADOS.

2. Santifícame todo primogénito—Santificar quiere decir consagrar, apartar de un uso común para un uso sagrado. La base de este deber descansaba en el hecho de que habiendo los israelitas tenido preservados a sus primogénitos por un acto de gracia especial, de la destrucción general que sobrevino a las familias de Egipto, estaban obligados en señal de gratitud a considerarlos como la propiedad peculiar de Jehová (comp. Hebreos 12:23).

3-10. MEMORIAL DE LA PASCUA.

3. Moisés dijo al pueblo: Tened memoria de aqueste día—El día que les dió una existencia nacional y los introdujo a los privilegios de la independencia y libertad, merecía vivir en la memoria de los hebreos y su posteridad; y, considerándose la señalada interposición de Dios manifestada en él, merecía ser tenido en memoria no sólo perpetua sino reverente … casa de servidumbre—literalmente, “casa de esclavos”—o sea, una condición servil y degradante. Jehová os ha sacado se aquí con mano fuerte—La emancipación de Israel nunca habría sido conseguida, si no hubiera sido arrancada del tirano egipcio por medio de los juicios aterradores de Dios, como le fué anunciado a Moisés en el principio de su misión (cap. 3:19). Por tanto, no comeréis leudado, etc.—Las palabras son elípticas, y el sentido de la cláusula podrá parafrasearse así: “Por mano fuerte Jehová os sacó de este lugar, con tal precipitación que no pudo comerse pan leudado.”

4. mes de Abib—literalmente, “espiga verde”, que corresponde a mediados de marzo, pues el mes de Abib es el mes de las espigas verdes. Era la mejor estación del año para emprender el viaje a la región del desierto de sinaí, especialmente con rebaños y manadas, porque entonces los torrentes de invierno han bajado, y los wadys están cubiertos con un verdor temprano y exuberante.

5-7. cuando Jehová te hubiere metido en la tierra del cananeo—Aquí la pascua es instituída como una fiesta permanente de los israelitas. Fué, sin embargo, sólo una observancia anticipada; leemos de una sola celebración de la misma, durante la larga morada en el desierto; pero al establecerse el pueblo en la tierra prometida, la época era solemnizada como un aniversario sagrado, conforme a las órdenes dadas aquí.

8. Contarás en aquel día a tu hijo, diciendo:—El establecimiento de esta fiesta y otras, presentaba las mejores oportunidades para instruir a los jóvenes en el conocimiento de las obras de la gracia de Dios, para con sus antepasados en Egipto.

9. serte ha como una señal sobre tu mano, etc.—No hay motivo para creer que aquí se refiera al tatuaje, la costumbre oriental de pintar indeleblemente el cutis o teñir las manos con polvo de alheña, como hacen las mujeres orientales. Ni es probable que o esta práctica o las filacterias de los fariseos -rollos de pergamino, que llevaban en sus muñecas o en sus frentes- fuesen usados desde entonces. Las palabras deben considerarse sólo como modo figurado de expresión. que la ley de Jehová esté en tu boca, etc.—o sea que sea tema de frecuentes conversaciones y conocimiento familiar entre el pueblo.

11-16. PRIMERIZOS DE LOS ANIMALES.

12. todo primerizo, etc.—el mandamiento acerca de la consagración de los primogénitos aquí repetido, con algunas circunstancias adicionales. Los primerizos de animales limpios, tales como corderos, cabritos, becerros, si eran machos, habían de ser dedicados a Dios y empleados en los sacrificios. Los no limpios, como los pollinos, siendo inadecuados para sacrificio, tenían que ser redimidos (Números 18:15).

17-21. LA JORNADA DESDE EGIPTO.

17. Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca, etc.—El camino más corto y más directo desde Egipto a Palestina era la ruta usual de las caravanas, que pasa por Belbeis, El-Arish, a Ascalón y Gaza. Los filisteos que en aquel entonces poseian esta ciudad, seguramente les habrían impedido su travesia, porque había una enemistad hereditaria (1 Crónicas 7:21); y el comienzo de hostilidades tan pronto habría desalentado o espantado a la pacífica multitud que conducía Moisés. Su fe tenía que ejercitarse y fortalecerse, y desde el comienzo de su peregrinación, contemplamos la misma proporción cuidadosa de cargas y pruebas puestas sobre ellos conforme a su carácter y estado: y el Señor bondadoso procede lo mismo todavía con su pueblo en aquel viaje espiritual del cual aquél era tipo.

18. hizo Dios al pueblo que rodease por el camino del desierto del mar Bermejo, etc.—Esta extensión admirable de agua es un golfo del Océano Indico. En hebreo se llamaba “el mar herboso” por las plantas marítimas que allí abundaban. Pero el nombre de Mar Bermejo no se traza tan fácilmente. Algunos creen que el nombre le fué dado por su proximidad a las tierras de Edom (colorado); otros hacen que se derive de sus rocas de coral, mientras todavía otros atribuyen el origen a una apariencia extremadamente roja de sus aguas, causada por una multitud innumerable de moluscos pequeñitos. Este mar, en su extremidad septentrional, se divide en dos brazos más pequeños: el oriental llamado antiguamente el golfo Elanítico, ahora es golfo de Akaba, y el occidental, el golfo de Heroopólito, ahora es el golfo de Suez, el cual, sin duda se extendía antiguamente mucho más al norte que ahora. Era hacia éste a donde marchaban los israelitas. subieron … armados—o sea, ceñidos, provistos para un viaje largo (Véase Salmo 105:37). La margen (en algunas Biblias) traducen “cinco en fila”, que significa obviamente cinco grandes divisiones, bajo cinco oficiales comandantes, según la costumbre de todas las caravanas; y el espectáculo de una multitud tan grande y tan variada habría presentado una apariencia imponente, y su progreso metódico no habría podido efectuarse sino por la influencia vigilante de Dios.

19. Tomó también consigo Moisés los huesos de José.—en cumplimiento del juramento que José había exigido a sus hermanos (Génesis 50:25). Los restos de otros patriarcas, no mencionados por su obscuridad, también fueron sacados de Egipto (Hechos 7:16); y no habría dificultad en cuanto a medios de transporte, pues unos pocos camellos llevando estas preciosas reliquias presentaría un cuadro verdadero de costumbres orientales, tales como pueden verse todavía en las peregrinaciones a la Meca.

20. asentaron campo en Etham—Se supone, según la mayoría de los viajeros inteligentes, que este lugar sea la aldea moderna de Ajrud, donde hay un abrevadero, y que es la tercera etapa de las caravanas de peregrinos a la Meca. “Es notable que cualquiera de las rutas hacia el este desde Heliópolis, o hacia el sur desde Heroópolis, igualmente concuerdan con que Etham es Ajrud. Está a 19 kilómetros al noroeste de Suez, y está literalmente sobre el borde del desierto”. (Pictorial Bible).

21, 22. Jehová iba delante de ellos—por una señal visible de su presencia, la “Shekinah”, en una nube majestuosa (Salmo 78:14; Nehemías 9:12, 1 Corintios 10:1), llamada el ángel de Dios (cap. 14:19; 23:20-23; Salmo 99:6; Isaías 66:8).

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