Esposa. Esta costumbre distinguía a los príncipes de la gente común, que pagaba una dote a su prometida, 2 Macabeos i. 14. Filadelfo entregó a su hija Berenice a Antíoco, de Siria, con una inmensa dote, lo que hizo que la llamaran Fernóforo. La influencia de estas esposas reales fue más extensa que la de otras de menor cuna, como encontramos en la hija de Faraón, Jezabel, Atalia, etc. (Calmet)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad