No volvió a ver a Saúl hasta el día de su muerte. Es decir, no fue más a verlo: no lo visitó más. (Challoner) --- Lo veía como alguien que había perdido el derecho al reino, aunque se le permitió por un tiempo tomar las riendas del gobierno, como lugarteniente de David. Más tarde podría ver pasar a Saúl, pero nunca para visitarlo (Salien) o para consultar con él acerca de los asuntos de estado; (Menochius) ni quizás ni siquiera lo vio, cuando Saúl llegó a Najoth, cap.

xix. 19, 24. Su espíritu vino a anunciar la destrucción a Saúl, la noche anterior a la muerte de ese infortunado rey, cap. xxxviii. (Haydock) --- Arrepentido. Se dice que Dios, incorrectamente, se arrepienta cuando altera lo que había designado. (San Ambrosio de Noé, capítulo IV) (Worthington)

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