LOS

SEGUNDA EPÍSTOLA DE ST. PETER,

EL APÓSTOL.

INTRODUCCIÓN.

Esta epístola, aunque al principio no fue recibida [por algunas iglesias] como canónica, fue reconocida como tal [por todas las iglesias] hacia el final de la cuarta edad [siglo]. Ver Eusebuis, lib. iii. Historia de la Iglesia, cap. iii .; San Jerónimo, de Vir. Illust. Tillem. Arte. 33. El diseño, como aparece, Cap. I. 13. y Cap. iii. 1. fue para darles amonestaciones e instrucciones contra los maestros de falsa doctrina, particularmente contra los simonitas.

Parece haber sido escrito un poco antes de su martirio, alrededor del año 66. (Witham) --- En esta epístola San Pedro dice, (Cap. III) "He aquí, esta es la segunda epístola que te escribo:" y antes, (Cap. i. 14.) "Teniendo la certeza de que el aplazamiento de este mi tabernáculo está cerca". Esto muestra que fue escrito poco antes de su martirio, que fue aproximadamente treinta y cinco años después de la ascensión de nuestro Señor.

En esta epístola exhorta a los fieles a ser conscientes de los grandes dones que recibieron de Dios y a unir todas las demás virtudes con su fe. Les advierte contra los falsos maestros al describir sus prácticas y predecir sus castigos. Describe la disolución de este mundo por el fuego y el día del juicio. (Challoner) --- Esta epístola puede ser considerada como el testamento espiritual o última voluntad del apóstol, ya que contiene sus últimas amonestaciones a los fieles.

Primero les llama la atención sobre el cuidado que deben tener de su santificación y perfección, junto a los peligros que preocupan a la Iglesia, uno por parte de los herejes, los que la amenazaron en su estado infantil y los que la atacarán en los últimos días. , que incluye una prueba invencible de su perpetuidad; porque es la misma Iglesia infalible e indefectible que ha de encontrar las últimas pruebas como las primeras, pero siempre con el éxito prometido.

De ahí que el gran San Juan Crisóstomo dice: el mismo día que verá terminar la Iglesia de Dios, verá el fin del mundo; ya estas luchas continuas sucederá la paz perfecta, que se disfrutará durante una eternidad dichosa. Si todavía se encuentra que algunos objetan que la presente epístola no fue escrita por San Pedro, debido a la marcada diferencia de estilo, San Jerónimo elimina esta objeción así: S.

Peter empleó diferentes intérpretes, a veces Glaucias, y a veces San Marcos; de ahí la diferencia de estilo, de la diversidad de sus escribas. San Marcos estaba con él cuando escribió el primero, pero no estaba con él cuando dictó el presente. La presente epístola contiene, como dijimos anteriormente, un relato de las últimas y terribles pruebas que han de asaltar a los fieles antes del fin de los tiempos; pero todo lo que la fe nos enseña sobre ese tema es: primero, que el mundo tendrá un fin; en segundo lugar, que acabará por el fuego; y tercero, que el mundo no será destruido, sino cambiado y perfeccionado.

De ahí todo lo que se dice con respecto a la duración del mundo; sobre la naturaleza y calidad del fuego que ha de quemar y purificar el mundo; si precede o sigue al juicio final, todo es problemático, todo es dudoso. De ahí que el cristiano sepa mucho, que sepa albergar las debidas dudas.

Continúa después de la publicidad