LOS

TERCERA EPÍSTOLA DE SAN. JOHN,

EL APÓSTOL.

INTRODUCCIÓN.

San Juan elogia a Gayo por su fe, caridad y hospitalidad hacia los extraños y los ministros del evangelio, a quienes desea que todos den una amable recepción y la ayuda caritativa que puedan pagar y que otros deseen. (Witham) --- Gayo, a quien se dirige esta epístola, es aparentemente uno de los dos discípulos de San Pablo, que lleva este nombre. El más conocido es el de Corinto, con quien S.

Pablo se alojó, y que había sido convertido y bautizado por San Pablo. Otros, con mayor probabilidad, suponen que fue Gayo, de Derbe, mencionado en Hechos xx. 4. Todo lo que sabemos con certeza de este Gayo es que fue un gran amigo de San Juan, que ejerció la hospitalidad con gran celo y generosidad, a pesar de la dureza y severidad de Diótrefes, quien parece haber sido su obispo, y quién no quiso que se mostrara hospitalidad a los hermanos convertidos del judaísmo.

San Juan promete visitar a Gayo y reprender a Diótrefes. Existe una gran probabilidad de que esta carta fuera llevada por los judíos convertidos, quienes viajaron para difundir el evangelio, y quienes hicieron un punto religioso para no entrar entre los gentiles, y no recibir nada de ellos. Entonces puede considerarse como una carta de recomendación a favor de estos hombres apostólicos. Parece que se hicieron grandes esfuerzos para eliminar la antipatía que existía entre estas dos partes, incluso después de su conversión.

Los mismos gérmenes de división se perciben en las epístolas de San Pablo entre judíos y gentiles convertidos: y una de las primeras preocupaciones de este apóstol fue suprimir en los judíos todos los sentimientos de vanidad y autosuficiencia que los hacían preferir a sí mismos. a los gentiles; y en los gentiles una clase diferente de orgullo, que les hizo despreciar a los judíos. En la primera parte de esta carta, St.

Juan felicita a Gayo por sus buenas obras y le recomienda a ciertos predicadores evangélicos, que le entregarían esta carta como lo llamaban. (ver. 1, 8.) En la segunda parte se queja de Diótrefes, quien afectó la independencia, y propone a Gayo el ejemplo de Demetrio, el fiel servidor de Jesucristo, ver. 9. ad finem [hasta el final].

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