Hebreos. "Tenían la misma aversión por todos los que no adoptaban su superstición". (Porfirio, Abstin. Iv.) Herodes. ii. 41, dice, que no usaría un cuchillo que había estado en manos de un griego, ni lo besaría. Esta aversión surgió de su costumbre de abstenerse de diversas carnes que comen otras naciones. (Caldeos, etc.) No les agradaban los hebreos, porque también eran pastores, cap.

xlvi. 34 (Calmet); y porque sabían que estaban acostumbrados a comer cabras, bueyes y ovejas, los objetos de adoración en Egipto (Éxodo viii. 26): aunque probablemente no se servían en la mesa de José. (Tirinus) --- Los que habitaban en las ciudades no podían soportar ni siquiera a los pastores egipcios, porque eran de un temperamento más conmovedor y belicoso. (Calmet) (Cunæus)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad