Luchó, tal vez no con la espada, sino esforzándose por hacer que Israel fuera maldecido, para que no pudiera oponer resistencia. Tenía la voluntad de luchar, y en este sentido se dice que los príncipes están en guerra, aunque nunca llegan a un compromiso, 3 Reyes xiv. 38. (Calmet) --- Balac cerró sus puertas contra Israel. (San Agustín, q. 26.)

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