Ellos. Esta abominación monstruosa, teras, como la llama Herodoto, un testigo ocular la llama, no era desconocida para los egipcios. Gunaiki tragos emisgeto; (B. ii. 46,) ni a otras naciones. (Apul. Met. 10.)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad