En mi nombre. No dirán que son míos ni que yo los envié; pero tomarán para sí mi nombre, a saber. Cristo, o Mesías, cuyo título es incomunicable para nadie más que para mí. En efecto, en menos de dos siglos aparecieron muchos falsos Cristos e impostores, que pretendían ser el que vendría, el deseado de las naciones. (Calmet) --- Quizás esta profecía aún no se haya cumplido más expresamente antes de la disolución del mundo. Muchos cristianos piadosos y eruditos suponen que este pasaje se refiere a la época del Anticristo. (Haydock)

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