Se levantaron. El crimen de estos hombres, que fue castigado de una manera tan notable, fue el de cisma y de rebelión contra la autoridad establecida por Dios en la Iglesia; y su pretensión al sacerdocio sin ser legítimamente llamados y enviados: lo mismo ocurre con todos los sectarios modernos. (Challoner) --- Que teman un castigo similar; no sólo los autores de tales pretensiones perversas, sino también los que consienten en ellas, Romanos i.

32. Porque encontramos que Core y todos sus seguidores fueron enterrados en el infierno; (ver. 33,) y aquellos que también se quejaron de que su castigo era demasiado severo, cayeron víctimas del fuego furioso, ver. 49. ¡Con qué fervor no debemos, pues, contender por la fe que una vez fue entregada a los santos! (Judas 3.) Porque si los que se levantan en oposición a los superiores legales, ya sea en la iglesia o en el estado, son castigados tan severamente, ¿qué destrucción tan rápida no traen sobre sus propias cabezas los que niegan a Dios, que los compró, y lo hacen un mentiroso, poniendo en tela de juicio sus verdades más sagradas? (2 Pedro ii.

1.) (Haydock) --- Core y sus compañeros no impugnaron la ley directamente, sino que resistieron a Moisés y Aarón. (San Ignacio de Antioquía, ep. Ad Magnes.) Creían en el mismo Dios; sin embargo, debido a que se encargaron de sacrificar, fueron inmediatamente castigados por Dios, y sus sacrificios ilegales no pudieron servirles. (San Cipriano, ep. I. 6.) Así se nos advierte que nos mantengamos en la verdadera Iglesia y obedezcamos a los que están sobre nosotros; y nunca, por consideración temporal alguna, para alentar, con nuestra presencia, los sermones o reuniones de herejes o cismáticos, no sea que perezcamos con ellos, ver.

26. (Worthington) --- Asamblea. Hebreo, "famosos en la asamblea, hombres de renombre", y distinción, senadores. Parece que Hom dejó al resto de los conspiradores, ya que no se le menciona más. Los príncipes de Rubén deseaban obtener únicamente el poder temporal. Pero los levitas aspiraban a esa preeminencia sagrada que Dios había dado a Aarón y sus hijos. (Calmet)

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