Quema de la vaca roja, que también era una ofrenda por el pecado, ver. 9. (Haydock) --- Sobre las cenizas vertieron un poco de agua corriente o de manantial. Los paganos generalmente preferían el agua del mar; o si no podían conseguirlo, mezclaban sal con agua común. Ovidio (Ayuno IV) menciona una depuración hecha con las cenizas de un ternero, mezcladas con sangre de caballo; y otro, que fue utilizado en honor de Pales, la diosa de las cosechas, por las vírgenes más viejas presentes, que rociaron las cenizas de los terneros, populos purget ut ille cinis.

Atenas (ix. 18) observa que se tomó una vara del fuego del altar y se extinguió en agua para la purificación de los inmundos; y los antiguos romanos, que habían estado en un funeral, se rociaron con agua y saltaron sobre el fuego con el mismo propósito; como solían los griegos colocar un recipiente lleno de agua, a las puertas donde yacía un cadáver, para que todos pudieran purificarse cuando salieran. (Calmet)

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