Espíritu de Dios, que le fue dado cuando fue nombrado juez; (cap. Xi. 17,) el espíritu de profecía, (Onkelos,) y de sabiduría, (Deuteronomio xxxiv. 9,) del cual recibió un nuevo aumento, por la imposición de las manos de Moisés. Mediante la misma ceremonia se confirma a la gente y se siguen ordenando ministros de religión, Hechos vi. 6., y 1 Timoteo iv. 14. (Calmet) --- Dios dota a Josué con todas las calificaciones necesarias para su alto cargo.

Él elige por él, y no por ninguno de los parientes de Moisés, para que el pueblo no se sienta ofendido por el hecho de que el poder supremo esté absorbido de alguna manera por una familia; y nombra a uno de 93 años, para que el éxito de la guerra no se le pueda atribuir a Josué, aunque había estado mucho tiempo al frente de los ejércitos y era un hombre de gran autoridad, incluso el vicegerente de Moisés. Declara su elección ante toda la multitud, con el sumo sacerdote a la cabeza, para que no haya disputa sobre el asunto; y, por esta razón, requiere que se observen varias ceremonias externas. (Salien)

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