Noche. Ni la prosperidad ni la adversidad te harán daño (San Jerónimo) ni a la Iglesia. (Worthington) --- Se dice que el frío se quema o se seca, Génesis xxxi. 40. Justino (2) escribe sobre los escitas, Quanquam continuis frigoribut urantur, ya que los efectos del calor y el frío extremos son similares. Los judíos fueron protegidos de ambos a su regreso; (Isaías iv. 6, y xlix. 10; Calmet) aunque podemos dudar de esta explicación, ya que el texto se aplica a los que están en el cielo, Apocalipsis vii. 16. (Berthier)

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