¿Tierra? Ya no envidio la prosperidad de los malvados, (Calmet) viendo que todo es un sueño y una trampa, ver. 18, 20. (Haydock) --- Ahora nada puede darme contento, sino tú mismo. (Calmet) --- Esto es todo lo que debemos desear, tanto para el alma como para el cuerpo, como nuestra verdadera herencia. Los malvados, por el contrario, utilizan su libre albedrío para ofender a Dios, que los destruye o los condena al fuego eterno. (Worthington)

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