Este primer Libro de Samuel en este punto se fusiona con su segunda división, que tiene que ver con Saúl. Primero tenemos el relato del clamor del pueblo por un rey y la respuesta divina al mismo. La ocasión para la petición de su parte fue la mala administración de los hijos de Samuel y sus prácticas pecaminosas. El verdadero principio subyacente a su solicitud era su deseo de ser, como decían, "como todas las naciones".

Ésta es la revelación del supremo error. Habían sido elegidos para ser diferentes a las naciones, un pueblo gobernado directamente por Dios. En la comunión, Jehová le explicó claramente a Samuel la verdadera maldad de su solicitud cuando declaró que lo habían rechazado para que no fuera su Rey.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad