Uzías fue sucedido por Jotam. Tenemos muy pocos detalles de su reinado. Con toda probabilidad, los dieciséis años a los que se refiere el cronista cubren un período en el que ejercía la autoridad mientras su padre, Uzías, aún vivía, aunque estaba excluido del cargo real a causa de su lepra. Jotam continuó la obra de su padre de fortalecer el reino internamente mediante la construcción, y tuvo éxito en una campaña contra los amonitas.

Si bien no hubo una reforma nacional definida durante su reinado, parece haber avanzado silenciosamente a lo largo de líneas verdaderas, y su fuerza se atribuye al hecho de que ordenó sus caminos ante Jehová su Dios. Quizás tres cosas ayudaron a este hombre. Primero, reinó durante el período inicial en el que Isaías estaba ejerciendo su ministerio profético. En segundo lugar, es casi seguro que su madre era hija del sacerdote Sadoc.

En tercer lugar, se benefició del ejemplo de su padre, tanto bueno como malo, siguiendo el bien y evitando el mal. Todas las buenas influencias deben valorarse, pero la nota final es siempre personal. "Él ordenó sus caminos". Si un hombre hace esto, siempre se beneficiará de todas las influencias que se ejerzan sobre él, distinguiendo entre el bien y el mal y eligiendo según la voluntad de Dios.

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