La predicción del glorioso está contenida en este capítulo. Cubrió un período hasta la época de Antíoco Epífanes, y finalmente se refirió al reino mesiánico.

Todavía habría tres reyes en Persia, y también un cuarto, "más rico que todos". El cuarto "agitaría a todos contra el reino de Grecia". Sin duda, esto se referiría a Jerjes. Siguiendo al cuarto vendría otro, cuyo reino sería quebrantado y esparcido. Aquí la referencia fue a Alejandro. Más allá de eso, habría un largo conflicto entre los reyes del Norte y los del Sur, hasta la llegada de Uno que haría pasar un exactor por la gloria del Reino, cuyo régimen sería breve, y no terminaría ni en ira ni en la batalla.

El reinado de alguien despreciable en persona, pero que ganó el reino con halagos, se describe con mayor detalle. No cabe duda de que el referido fue Antíoco Epífanes. Se describieron su carácter y sus métodos. Sería inescrupuloso, engañoso y cruel, pero la frase, "aunque sea por un tiempo", indicaba que este hombre también estaría dentro del gobierno de Dios e incapaz de avanzar más allá del límite marcado para él.

Se predijeron sus campañas contra Egipto, junto con su retirada definitiva, y sus métodos de engaño y corrupción contra el pueblo de Dios. Durante el período de su opresión habría un período de "un poco de ayuda", siendo la referencia al levantamiento bajo los Macabeos. Al final, el rey del sur se enfrentaría a él, pero se sentiría abrumado por él. Como resultado, Antíoco Epífanes emprendería una nueva campaña de conquista y finalmente perecería en su camino a Jerusalén.

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