Salmo 108:1-13

1 Cántico. Salmo de David. Mi corazón está firme, oh Dios; cantaré y entonaré salmos aun con mi alma.

2 ¡Despierten, oh arpa y lira! Despertaré al alba.

3 Te alabaré entre los pueblos, oh SEÑOR; a ti cantaré salmos entre las naciones.

4 Porque grande, más que los cielos, es tu misericordia; y hasta las nubes, tu verdad.

5 ¡Seas exaltado sobre los cielos, oh Dios; y sobre toda la tierra, tu gloria!

6 Salva con tu diestra y respóndenos de modo que sean librados tus amados.

7 Dios ha hablado en su santuario: “¡Cómo me regocijo! Repartiré a Siquem y mediré el valle de Sucot.

8 Mío es Galaad y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro.

9 Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias, y sobre Filistea lanzaré mi grito de victoria”.

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom?

11 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos?

12 Danos socorro ante el enemigo pues vana es la liberación que da el hombre.

13 Con Dios haremos proezas, y él aplastará a nuestros enemigos.

Este salmo se compone de dos citas de una canción anterior. La primera parte (vv. Sal. 108: 1-5) está tomada de Salmo 57:1 , cuyo tema es "Dios el Refugio en la calamidad" (vv. Sal. 108: 7-11). La segunda parte se encuentra en Salmo 40:1 , cuyo tema es “Dios, la esperanza de su pueblo” (vv.

Sal 108: 5-12). Aquello con lo que se abre este salmo fue la culminación del salmo anterior, en el que, de la calamidad, el cantor encuentra refugio en la fijeza de corazón en Dios. Aquí, en este libro de alabanza perfeccionada, es la declaración inicial en un canto de triunfo sobre circunstancias de dificultad y peligro.

La última parte de este salmo también fue el cierre de Salmo 40:1 , y allí, fue precedida por una descripción detallada de la aflicción. El punto de interés entonces en esta canción es el de la actitud mental indicada por esta selección. Las circunstancias del escritor parecerían ser muy similares a las que se dan en los salmos anteriores.

Solo se insinúan de pasada. La firmeza del corazón del alma permite al cantante regocijarse de principio a fin. La relación con Dios afecta todas las relaciones. Vivir en su voluntad y someterse a su trono es triunfar en todas las circunstancias. El triunfo en la misma hora de la derrota es lo mejor, pero solo es posible cuando el corazón está fijo en Dios.

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