Salmo 120:1-7

1 Canto de ascenso gradual. Al SEÑOR llamé estando en mi angustia y él me respondió.

2 Libra mi alma, oh SEÑOR, de los labios mentirosos y de la lengua fraudulenta.

3 ¿Qué se te dará, o qué te aprovechará, oh lengua engañosa?

4 ¡Afiladas flechas de guerrero con brasas de retama!

5 ¡Ay de mí, que soy peregrino en Mesec, y habito en las tiendas de Quedar!

6 Mucho tiempo ha habitado sola mi alma con los que aborrecen la paz.

7 Yo soy pacífico; pero cuando hablo ellos me hacen la guerra.

Los siguientes quince salmos parecen haber formado un libro de ellos mismos que lleva el título, "Los cantos de las ascensiones". Esa colección es incorporada por el editor en este momento no sin propósito.

El título que aparece en la cabecera de cada uno se ha traducido de diversas formas: "Cantar de los grados", "Cantar de las subidas", "Cantar de las subidas". En la traducción hebrea a la que ya nos hemos referido, aparece como "Un canto de las subidas", y en el índice del título en cada caso el salmo se llama "Canto del peregrino".

El significado de este título también se ha interpretado de diversas formas. Sin referirnos a las diferentes sugerencias que se han hecho, las consideraremos como canciones cantadas por aquellos peregrinos que subieron a Jerusalén a adorar. Es significativo colocar la colección inmediatamente después del gran salmo que trata de la perfección de la voluntad de Dios. Aquellos que conocen la voluntad de Dios vuelven sus rostros hacia el Templo de adoración. Estos cantos de deseo, esperanza y acercamiento son apropiados para el uso de los peregrinos cuando suben a la adoración.

El primero es totalmente el clamor del alma familiarizada con la perfección de la voluntad de Dios. La primera declaración es de experiencia adquirida. Mira hacia atrás y recuerda cómo lo han escuchado y respondido. Su circunstancia actual es la ausencia de la casa de su Dios. Vive entre un pueblo cuyos motivos y actividades son contrarios a sus convicciones y deseos más profundos. Mesech y las tiendas de Kedar describen en sentido figurado la distancia entre su morada y el hogar y el centro de paz.

Está rodeado de gente mentirosa y engañosa, que odia la paz y está a favor de la guerra. Su corazón se vuelve hacia Jehová y la morada de Su gloria, la santa casa de adoración. Clama a Jehová por liberación, y en medio de la adversidad declara su confianza en que los juicios de Dios operarán contra los malhechores.

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