Salmo 93:1-5

1 ¡El SEÑOR reina! Se ha vestido de magnificencia. El SEÑOR se ha vestido de poder y se ha ceñido. También afirmó el mundo, y no se moverá.

2 Firme es tu trono desde la antigüedad; tú eres desde la eternidad.

3 Alzaron los ríos, oh SEÑOR, alzaron los ríos su sonido; alzaron los ríos su estruendo.

4 El SEÑOR en las alturas es más poderoso que el estruendo de muchas aguas, más que las recias olas del mar.

5 Tus testimonios son muy firmes. La santidad adorna tu casa, oh SEÑOR, a través de los años.

Hay una gran majestad en esta canción. Celebra la asunción del trono y el gobierno por parte de Jehová. La forma en que se hacen las declaraciones preliminares transmite la impresión, no tanto de la soberanía eterna del Rey, sino de que Él ha asumido Su posición y ha actuado en consecuencia. El resultado es que la estabilidad de todas las cosas está asegurada. Esta asunción de autoridad no es más que la imposición de un hecho perpetuo, porque “Tu trono es establecido desde la antigüedad; Tú eres desde la eternidad ".

Además, este supuesto no ha estado exento de oposición, y la figura del mar agitado por la tormenta se utiliza para indicar la fuerza de esta oposición, "Las inundaciones se han levantado contra él".

Todo esto no ha servido de nada. El Rey está en lo alto y, por lo tanto, Señor de ellos. Este salmo fue escrito con toda probabilidad después de que Jehová obró alguna liberación para su pueblo, pero a través de la ventana abierta el cantante, consciente o inconscientemente, vio la lejana luz de otro día en el que el Reino de Dios se establecerá con su poder, y el canto del orden establecido será el himno de su alabanza.

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