Santiago 3:3

"Ahora bien, si les ponemos las bridas a los caballos en la boca para que nos obedezcan, también volveremos todo su cuerpo".

La idea de embridar el cuerpo ahora le trae a la mente una ilustración, y es que el propósito de una brida es controlar al caballo. La única razón para ponerles una brida (es decir, el bocado) en la boca es hacerlos obedientes. Y con esa brida, el jinete experimentado puede girar al caballo en la dirección que quiera que vaya. Y eso es lo que puede hacer el buen Maestro, dirigirse siempre en la dirección correcta y mantenerse bajo control (como resultado de la obra de Dios dentro de él). Una lengua controlada significará una persona controlada.

La lengua puede ser una brida beneficiosa o dañina, y el Maestro debe asegurarse de que la haga beneficiosa. La idea viene de Salmo 32:9 , 'un caballo o una mula sin entendimiento, hay que frenar con un bocado y una brida, o de lo contrario no se quedará contigo'. Compárese también con Salmo 39:1 , "Guardaré mis caminos para no pecar con mi lengua; pondré freno a mi boca mientras los impíos estén en mi presencia".

La palabra para 'dar la vuelta' tanto aquí como en Santiago 3:4 es fuerte. Se considera que la brida y el timón toman los caballos y el barco y los tratan como prisioneros transportados. La palabra se usa para "trasladar" o "transportar" de prisioneros, o un "cambio" importante en el gobierno. También se usa para hacer que los hombres tengan una mejor mente.