Salmo 146:4

4 Su espíritu ha de salir y él volverá al polvo. En aquel día perecerán sus pensamientos.

Salmo 146:4

I. En el "día" al que se hace referencia aquí, cuando el "aliento del hombre sale y vuelve a la tierra", el aspecto más conmovedor en el que puedes mirarlo es el que aquí se presenta. En lo que respecta a la vida presente, y según todas las apariencias, ha dejado de ser una persona y se ha convertido en una cosa.

II. Todos los pensamientos de los hombres que no son real y completamente verdaderos, por hermosos y magníficos que sean, y cualquier favor que puedan encontrar con sus padres o con el hombre, a quien se les presenta cuando los hombres van a morir, descubrirán que todos perecen y se vuelven nada si no son verdaderos; cuando la mente entre en el mundo de la verdad, la verdad pura y el intelecto, encontrará que no puede llevar nada más que la verdad.

III. Podemos aplicar este pasaje a propósitos, proyectos e intenciones: "En ese mismo día perecen sus pensamientos".

Aprendemos de este tema: (1) la gran importancia que se debe otorgar a que nuestras mentes se llenen de la verdad real, la propia verdad de Dios; (2) la inmensa superioridad de todo lo que se hace realmente sobre todo lo que es meramente pensado.

T. Binney King's Weighhouse Chapel Sermons, segunda serie, pág. 246.

Referencias: Salmo 146:4 . CS Robinson, Sermones sobre textos desatendidos, pág. 131. Salmo 146:6 . J. Baldwin Brown, Christian World Pulpit, vol. vii., págs. 177, 209. Salmo 146:7 . Spurgeon, Sermons, vol. viii., No. 484.

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