Job 26:14

14 »He aquí, estos son tan solo los bordes de sus caminos. ¡Cuán leve murmullo hemos oído de él! Pero el trueno de su poderío, ¿quién lo podrá comprender?

LA MAJESTAD DE DIOS

'El trueno de su poder, ¿quién puede entender?'

Job 26:14

Venimos aquí a la respuesta de Job.

I. Esto en cuanto a Bildad ocupa un solo capítulo, que se caracteriza de principio a fin por el desprecio hacia el hombre que no tiene más que decir. —En una serie de feroces exclamaciones revela la impotencia de todo lo que su amigo le ha dicho para ayudarlo de alguna manera.

II. Luego, para mostrar la pobreza del argumento de Bildad, habla de la grandeza de Dios para mostrar que lo sabe, y aún más perfectamente que sus amigos. El poder de Dios se ejerce en el inframundo. Las 'sombras tiemblan', el sepulcro 'está desnudo,' la destrucción no tiene 'cobertura'. Todo el tejido material se sostiene simplemente por Su poder. Los misterios de las aguas controladas y la luz y la oscuridad están dentro de la esfera de Su gobierno.

La tormenta arrolladora y su desaparición son iguales por Su poder y espíritu. Habiendo sugerido así, con una belleza poética casi abrumadora, su conciencia de la grandeza y el gobierno de Dios, declara que todas estas cosas no son más que 'las afueras de Sus caminos', que, después de todo, todo lo que el hombre es consciente no es más que 'un susurro ' de Dios. El 'trueno de su poder' está evidentemente más allá de la comprensión humana.

Ilustración

'Una gran escuela de hombres encuentra que la base de todas las cosas es espiritual; otra escuela encuentra que la base de todas las cosas es material… Dice uno, La vida del universo es sobrenatural; dice el otro, sólo podemos confiar en un fundamento tangible y material ... Creemos que al fin lo que se ve descansa sobre la sabia y eterna voluntad de Dios, sobre todo, bendita por los siglos. Cuando los hombres dicen que todo debe ser explicado por leyes naturales, causas naturales, secuencias naturales, creemos en leyes naturales, causas naturales, secuencias naturales.

Pero antes de todos los cambios, todos los estados, todas las etapas, debemos encontrar al Motor Principal, y en cuanto a todo lo demás, todas las causas secundarias, la voluntad de Dios obra a través de todas ellas, para Su propósito elevado y maravilloso. '

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