27-36 Aquellos que permiten que sus hijos sigan un camino malo y no usan su autoridad para frenarlos y castigarlos, en efecto, los honran más que a Dios. Que el ejemplo de Elí impulse a los padres a esforzarse en contra de los inicios de la maldad y a criar a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor. En medio de la sentencia contra la casa de Elí, se promete misericordia para Israel. La obra de Dios nunca fracasará por falta de manos que la lleven a cabo. Cristo es ese sumo sacerdote misericordioso y fiel, a quien Dios levantó cuando se desechó el sacerdocio levítico, quien siempre hizo la voluntad de su Padre y para quien Dios edificará una casa segura, sobre roca, de manera que el infierno no prevalezca contra ella.

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