" Ejercicios sobre el Evangelio de San Juan

A la derecha honorable

Sir Orlando Bridegeman;

Caballero y Baronet;

Lord Guardián del Gran Sello de Inglaterra,

Y

Uno de los miembros del Consejo Privado más honorable de Su Majestad.

Mi señor,

Permíteme hablarte con las palabras de Orosius a San Austin: "He obedecido tus mandatos (mi muy honrado señor); quisiera poder decir, con tanto propósito como lo he hecho de buena gana: pero me conformo con el mero testimonio de mi obediencia, en el que al menos se ve mi voluntad y empeño”.

Tal es el valor de Vuestra Señoría por las Sagradas Escrituras, tal ha sido vuestro cuidado en promover y alentar la explicación de ellas en beneficio de los demás, que no habéis desdeñado mis pobres esfuerzos de esta especie; animándome a progresar en lo que he comenzado, no solo con simples súplicas, sino con la adición del consejo, la asistencia, el patrocinio y la generosidad de su señoría.

Sería el más estúpido entre los hombres, si tan amables y benignos estímulos no me inflamaran a intentar algo, en lo que al menos pueda dar a Vuestra Señoría alguna muestra, no sólo de mi obediencia, sino de mi gratitud.

Me confieso, por no sé qué genio, calurosamente llevado hacia esta clase de estudios, que nada puede ser para mí más deleitable y satisfactorio. Pero cuando a Vuestra Señoría le place añadir tales velas a mi pequeño barco, y también llenar esas velas con tales vientos de vuestro favor, me comprometo aún más complacido, teniendo no sólo la conciencia de mi propio deber, sino también la ambición de sirviendo a vuestra señoría, y aprobándome agradecido de animarme a ello.

Bajo las alas de su señoría, realice estos trabajos inútiles de mi aventura en el extranjero; ¡Pobre de mí! ¡Cuánto por debajo de su patrocinio, por debajo de su valor y, de hecho, de mi propia empresa; el producto delgado y esbelto de un riego abundante, apuntando a grandes cosas pero insignificante en el rendimiento.

Tomé, lo confieso, un alto vuelo, cuando intenté la explicación de este evangelista; pero cuán débil y lánguido he probado, (además de que la cosa misma habla bastante), no habrá nadie más dispuesto a acusar que yo a condenarme a mí mismo. Ahórrese, pues, el lector su censura, porque me cargaré con un vergonzoso reconocimiento de que me he aventurado en cosas demasiado altas para mí: y cuando vea esto, tal vez me perdonará emprender una tarea tan difícil, en la que mi diseño ha ha sido sólo para ser útil: es más, tal vez me compadezcan si no puedo lograr lo que quiero. Pero si no perdona ni se compadece, sino que me critica y censura, que haga el experimento con este evangelista mismo; y mira si él también puede andar tan corto como yo lo he hecho.

Mi señor, tengo el consuelo, sin embargo, de que no he estado ocioso: prefiero confundirme con preguntas duras y complicadas, que gastar mi tiempo en no hacer nada o en trivialidades. Tampoco puedo reprocharme haber hecho esta investigación en este volumen sagrado por una curiosidad injustificada, sino por un humilde y sincero celo mental, tanto para aprender lo que puedo yo mismo como para enseñar a otros; ofreciendo, espero, nada que sea nocivo, ya veces que pueda beneficiar.

Pero, mi señor, lo que es mi estímulo principal es, el patrocinio y candor de un hombre tan grande, que no puedo dejar de esperar que aceptará este pequeño obsequio frívolo con un aspecto suave y fácil, del experimento frecuente que ya he hecho. Pero debo recordar esa temeraria palabra regalo, cuando todo lo que puedo ofrecer a su señoría es deuda absoluta: y ¡ay! ¡Qué pobre pagador me encuentra vuestra señoría! Unos pocos garabatos lamentables por bondades grandes y sustanciales que no se deben contar.

Sin embargo, tales son, que traen consigo todos los agradecimientos que puedo dar. Y como no tengo otra cosa, que el gran Dios del cielo, de su infinita bondad y munificencia, os recompense con toda clase de felicidad, temporal y eterna, que de corazón quiere y hace su oración diaria, quien es,

Mi señor,

El más humilde de Su Señoría,

muy agradecido y fiel servidor,

Juan pie ligero

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