ANÁLISIS.

Aquí se encarga a los ancianos que apacienten el rebaño bajo su supervisión sin arrogancia, y que lo hagan de buena gana y no por ganancia, y, siendo ejemplos a seguir para ellos y como recompensa por el cumplimiento fiel del deber, una corona de gloria que no se marchitará les será dada por el Príncipe de los Pastores cuando venga. A los hermanos menores se les aconseja someterse a los mayores en todas sus instrucciones y ser sumisos unos a otros, mostrando disposiciones humildes.

Se da la razón de que Dios se opone al espíritu soberbio y muestra gracia a los humildes. Debéis humillaros ante Dios, y él os exaltará. Dios se preocupa por ti, y puedes echarle todas las preocupaciones. Debes ser sobrio y vigilante, porque tienes un enemigo que es nada menos que el diablo. Anda buscando destruir lo bueno. Resiste cada uno de sus acercamientos. Esto lo puede hacer adhiriéndose estrechamente a su fe.

En el sufrimiento no estás solo. Tus hermanos en todas partes sufren aflicción. Ruego a Dios que os perfeccione y os establezca plenamente en la fe del evangelio. Escribo esta carta de exhortación de Sylvanus, y en ella testifico el evangelio de Cristo, que todos ustedes han obedecido y se esfuerzan por seguir sus preceptos como el único camino verdadero y dado por Dios a seguir. Se le ofrecen saludos desde la iglesia de Babilonia, y también desde Marcos. Todos los que están en el reino y la paciencia de Cristo deben saludarse con el beso de la caridad.

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