Salmo 11:1-7

1 Al músico principal. Salmo de David. En el SEÑOR me he refugiado. ¿Por qué, pues, dicen a mi alma: “Escapa cual pájaro al monte”?

2 Pues he aquí, los impíos han preparado su arco, y han colocado las flechas en la cuerda para atravesar en oculto a los rectos de corazón.

3 Si son destruidos los fundamentos, ¿qué podrá hacer el justo?

4 El SEÑOR está en su santo templo; el SEÑOR tiene su trono en los cielos. Sus ojos ven; sus párpados examinan a los hijos del hombre.

5 El SEÑOR prueba al justo, pero su alma aborrece al impío y al que ama la violencia.

6 Sobre los impíos hará llover brasas; fuego, azufre y vientos huracanados serán la porción de la copa de ellos.

7 Porque el SEÑOR es justo y ama la justicia; los rectos contemplarán su rostro.

Sal 11:1-7 es para el músico principal. Es un salmo de David.

En el SEÑOR he puesto mi confianza: ¿cómo le dices a mi alma: Huye como un pájaro a tu monte? ( Salmo 11:1 )

Mi confianza está en el Señor. ¿Por qué debo huir a las montañas? ¿Por qué debería tratar de esconderme de los problemas? Mi confianza está en Dios.

Porque, he aquí, los malvados tensan su arco, preparan su flecha sobre la cuerda, para poder disparar en privado a los rectos de corazón. Ahora bien, si los cimientos son destruidos, ¿qué hará el justo? ( Salmo 11:2-3 )

Creo que esta es una pregunta muy interesante que debemos hacernos en este momento, al observar el estado de nuestra nación. Y vemos los cimientos siendo destruidos. Los cimientos morales sobre los que se construyó nuestra nación están siendo destruidos. Los políticos liberales están socavando y destruyendo los cimientos sobre los cuales se construyó esta nación, y si se destruyen los cimientos, ¿qué van a hacer los justos? La cosa se va a desmoronar. Incluso cuando Roma fue conquistada, no desde afuera, sino que se derrumbó desde adentro, debido a los tablones podridos que alguna vez sostuvieron fuerte a la nación de Roma. La ley y demás se corrompieron, se pudrieron.

El SEÑOR está en su santo templo, el trono del SEÑOR está en los cielos: sus ojos contemplan, sus párpados examinan a los hijos de los hombres. Jehová prueba al justo: mas al impío, y al que ama la violencia, su alma lo aborrece. Sobre los impíos hará llover lazos, fuego y azufre, y terrible tempestad: esta será la porción de su copa. Porque el SEÑOR justo ama la justicia; y su rostro contempla a los rectos ( Salmo 11:4-7 ). "

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