En el capítulo 16, Jehová le enseña a Jeremías a evitar toda relación familiar con este pueblo, y a cesar de todo testimonio de interés sobre lo que sucedía entre ellos. Porque Él mismo había roto por completo con ellos, y haría cesar todos sus testimonios entre ellos, y los expulsaría de la tierra. Pero, después de todo, a través de la grandeza del mal que traería sobre ellos, haría que su liberación de Egipto fuera olvidada en su liberación aún mayor de este mal.

Porque a la larga Dios perdonará y consolará a Su pueblo Pero antes de esto Él recompensará su iniquidad. Después vendrán los mismos gentiles y reconocerán al verdadero Dios, el Dios de Israel.

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