Proverbios 11:1-31

1 La balanza falsa es una abominación al SEÑOR, pero la pesa exacta le agrada.

2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría.

3 Su integridad guiará a los rectos, pero la perversidad arruinará a los traicioneros.

4 Las riquezas no aprovecharán en el día de la ira, pero la justicia librará de la muerte.

5 La justicia del íntegro enderezará su camino, pero el impío caerá por su impiedad.

6 Su justicia librará a los rectos, pero los traicioneros quedarán atrapados por su codicia.

7 Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza y su expectativa de las riquezas perecerá.

8 El justo es librado de la desgracia, pero el impío llega al lugar que le corresponde.

9 El hipócrita con su boca daña a su prójimo, pero los justos son librados por el conocimiento.

10 La ciudad se regocija por el bien de los justos, y cuando perecen los impíos, hay grito de alegría.

11 Por la bendición de los rectos será enaltecida la ciudad, pero por la boca de los impíos será destruida.

12 El que carece de entendimiento desprecia a su prójimo, pero el hombre prudente calla.

13 El que anda con chismes revela el secreto, pero el de espíritu fiel cubre el asunto.

14 Cuando falta dirección, el pueblo caerá; pero en los muchos consejeros está la victoria.

15 Ciertamente será afligido el que sale fiador por el extraño, pero el que odia las fianzas vivirá confiado.

16 La mujer agraciada obtendrá honra y los audaces obtendrán riquezas.

17 El hombre misericordioso hace bien a su propia alma, pero el cruel se perjudica a sí mismo.

18 El impío logra salario falso, pero el que siembra justicia tendrá verdadera recompensa.

19 Como la justicia es para vida, así el que sigue el mal lo hace para su muerte.

20 Abominación le son al SEÑOR los perversos de corazón, pero los íntegros de camino le son agradables.

21 De ninguna manera quedará impune el malo, pero la descendencia de los justos escapará.

22 Zarcillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa que carece de discreción.

23 El deseo de los justos es solamente para el bien, pero la esperanza de los impíos es para ira.

24 Hay quienes reparten y les es añadido más; y hay quienes retienen indebidamente solo para acabar en escasez.

25 La persona generosa será prosperada y el que sacia a otros también será saciado.

26 Al que acapara el grano, el pueblolo maldecirá; pero la bendición caerá sobre lacabeza del que distribuye.

27 El que se esmera por el bien conseguirá favor; pero al que busca el mal, este le vendrá.

28 El que confía en sus riquezas caerá, pero los justos reverdecerán como follaje.

29 El que perturba su casa heredará viento y el insensato será esclavo del sabio de corazón.

30 El fruto del justo es árbol de vida y el que gana vidas es sabio.

31 Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡cuánto más el impío y el pecador!

El siguiente comentario cubre los Capítulos 10 al 31.

En el capítulo 10 comienzan los detalles que enseñan a los que escuchan cómo evitar las trampas en que pueden caer los simples, el camino a seguir en muchos casos y las consecuencias de las acciones de los hombres: en fin, lo que caracteriza a la sabiduría en detalle, lo que puede ser la prudencia para el hombre, la divina discreción para los hijos de Dios; y también, el resultado del gobierno de Dios, cualesquiera que sean las apariencias por un tiempo. Es bueno observar que no se trata de redención o propiciación en este libro; propone un caminar según la sabiduría del gobierno de Dios.

En el capítulo final tenemos el carácter de un rey según la sabiduría, y el de la mujer en su propia casa, el rey que no se permite aquello que, oscureciendo su discernimiento moral por la complacencia de sus lujurias, lo haría incapaz de gobernar. En la mujer vemos la industria perseverante y abnegada que llena la casa de riquezas, honra a sus habitantes y quita todos los cuidados y preocupaciones que produce la pereza.

La aplicación típica de estos dos caracteres específicos es demasiado evidente para necesitar explicación. El ejemplo de la mujer es muy útil, en cuanto al espíritu de la cosa, a quien trabaja en la asamblea.

Aunque en este libro la sabiduría producida por el temor de Jehová sólo se aplica a este mundo, es por eso mismo de gran utilidad para el cristiano, quien, en vista de sus privilegios celestiales, podría, más o menos, olvidar el continuo gobierno de Dios. Es muy importante que el cristiano recuerde el temor del Señor y el efecto de la presencia de Dios en los detalles de su conducta; y repito lo que dije al principio, que es gran gracia la que se digna aplicar la sabiduría divina a todos los detalles de la vida del hombre en medio de la confusión que trae el pecado.

Ocupado con las cosas celestiales, el cristiano está menos en camino de descubrir, por su propia experiencia, la clave del laberinto del mal por el que está pasando. Dios ha considerado esto, y ha establecido este primer principio, "sabio para lo bueno, y sencillo para lo malo". Así el cristiano puede ser ignorante del mal (si un mundano lo fuera, caería en él), y sin embargo evitarlo a través de su conocimiento del bien.

La sabiduría de Dios le da esto último; el gobierno de Dios provee para todo lo demás. Ahora, en los Proverbios, tenemos estas cosas en principio y en detalle. No me he detenido en el carácter figurativo de las formas del mal. Son más bien principios que cifras. Pero el hombre violento de los últimos días se encuentra continuamente en los Salmos; y Babilonia es la plena realización de la mujer que prende a los simples en sus lazos y los conduce a la muerte; así como Cristo es la perfecta sabiduría de Dios que conduce a la vida.

Pero estas dos cosas que manifiestan el mal proceden del corazón del hombre en todo tiempo desde la caída: solo que hemos visto que hay un desarrollo activo de las artimañas de la mala mujer, que tiene su propia casa y sus propios arreglos. No es simplemente el principio de la corrupción, sino un sistema organizado, como lo es el de la sabiduría soberana.

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