El poder del enemigo acababa de desplegarse ahora ( Salmo 124 ) contra los piadosos de la tierra que confiaban en Jehová. Pero habían escapado, pero solo porque Jehová estaba de su lado, o habían sido completamente tragados, por el último poder del enemigo, me temo, cuando la bestia apóstata y el Anticristo desaparecieron de la escena.

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