Salmo 128:1-6

1 Canto de ascenso gradual. Bienaventurado todo aquel que teme al SEÑOR y anda en sus caminos:

2 Cuando comas del trabajo de tus manos serás feliz y te irá bien.

3 Tu mujer será como una vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo alrededor de tu mesa.

4 Así será bendecido el hombre que teme al SEÑOR.

5 ¡El SEÑOR te bendiga desde Sion! Que veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.

6 Que veas a los hijos de tus hijos. ¡La paz sea sobre Israel!

Una prole numerosa es claramente don de Dios: dichoso el hombre que tiene su aljaba llena de ellos ( Salmo 128 ). Se declara que las bendiciones de las que se habla son la porción de todo el que teme a Jehová. Es bendición temporal presente bendiciones de Sion; y, el deseo del corazón de los piadosos, Jerusalén en prosperidad todos sus días. Aunque el objeto directo sea el remanente, el gentil piadoso, temeroso de Jehová, reconociendo al Dios de Israel, disfrutaría, como principio, la bendición y se regocijaría con su pueblo.

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