Salmo 82:1-8

1 Salmo de Asaf. Dios está de pie en la asamblea divina; en medio de los dioses ejerce el juicio:

2 “¿Hasta cuándo juzgarán injustamente y entre los impíos harán distinción de personas? Selah

3 Rescaten al necesitado y al huérfano; hagan justicia al pobre y al indigente.

4 Libren al necesitado y al menesteroso; líbrenlo de la mano de los impíos.

5 “Ellos no saben ni entienden; andan en tinieblas. ¡Todos los cimientos de la tierra son conmovidos!

6 Yo les dije: ‘Ustedes son dioses; todos ustedes son hijos del Altísimo’.

7 Sin embargo, como un hombre morirán y caerán como cualquiera de los gobernantes”.

8 ¡Levántate, oh Dios; juzga la tierra porque tú poseerás todas las naciones!

Salmo 82 . Encontramos a Dios asumiendo el gobierno en Sus propias manos. Había establecido autoridad en la tierra y especialmente en Israel. Dirigidos por Su palabra en el juicio y armados con Su autoridad, los jueces de Israel habían dado a luz el nombre de Dios (Elohim). Pero ninguno entendería ni actuaría con rectitud. Todos los cimientos de la tierra estaban fuera de curso.

Todos los magistrados habían recibido poder y autoridad de Dios el Judío, Su palabra también; pero incluso estos no sabrían ni entenderían. Eran hombres, y morirían como hombres, y caerían como uno de los príncipes incircuncisos de este mundo. Dios que había dado la autoridad juzgada entre los dioses Él debe tener justicia. Este juicio lo pide el Espíritu de profecía en el entendido. "Levántate, oh Dios, juzga la tierra, porque tú heredarás a todas las naciones".

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