6 Sé fuerte y de buen valor. Después de haber demostrado que Dios estaría con ellos, por su ayuda, exhorta a la gente a ser firme y magnanimidad. Y seguramente este es un medio para confirmar nuestro coraje, para estar seguros de que la asistencia que Dios promete será suficiente para nosotros: hasta ahora es el caso, que nuestro celo y energía para actuar correctamente se ve afectado, por nuestra atribución a la gracia de Dios lo que los hombres necios atribuyen a su propio libre albedrío. Para aquellos que se sienten excitados por una acción extenuante dependiendo de su propia fuerza, no hagan más que lanzarse de cabeza en su temeridad y orgullo sin sentido. Comprendamos, entonces, que todas las exhortaciones son fugaces e ineficaces, que se basan en cualquier otra cosa que no sea la simple confianza en la gracia de Dios. Así, Moisés asume, como su motivo de exhortación, que Dios luchará por los israelitas. Sin embargo, debe observarse que la gente se animó a la perseverancia de la esperanza, cuando Dios declara que Él será su ayudante hasta el final, con lo cual se refuta esa alucinación impía, por la cual los teólogos popish han fascinado al mundo. Niegan que los creyentes (233) puedan estar seguros de la gracia de Dios, excepto en cuanto a su estado actual. Por lo tanto, tienen fe en el suspenso, de modo que solo podamos creer por un día, e incluso de un momento a otro, mientras tengamos dudas sobre lo que Dios hará con nosotros al día siguiente. Considerando que, si la fe se corresponde con las promesas de Dios, y está, por así decirlo, en armonía con ellas, debe extenderse a toda nuestra vida, incluso más allá de la muerte misma; porque Dios elimina toda duda sobre el futuro con estas palabras: "No te dejaré ni te abandonaré".

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