6. Y Moisés y Aarón lo hicieron. No es por jactancia que Moisés informa su propia obediencia; pero después de haber confesado ingeniosamente su vacilación, ahora cuenta que él y su hermano tenían más valor para el desempeño de su cargo. Mientras tanto, muestra que él, al igual que su hermano, era ministro de Dios, y que no trajo industria, ni talento, ni consejo, ni destreza, sino que simplemente obedeció a Dios. Sin embargo, de su ejemplo debemos aprender que, como no podemos establecer nada excepto lo que Dios prescribe, debemos obedecer obedientemente y sin objeciones a perseguir lo que Él ordene. Lo que sigue en cuanto a su edad se entiende en amplificación; Como no era un caso común, considerando la frialdad natural y la pesadez de la vejez, dos octogenarios deberían haber participado activamente en una carga tan difícil. Porque no estoy de acuerdo con la opinión de aquellos que piensan que su dignidad fue mejorada por su edad. Admito que la edad es venerable; pero Moisés tenía puntos de vista muy diferentes, a saber, que, excluyendo todos los medios humanos, podría celebrar la gloria de Dios, quien realizó una obra tan poderosa de hombres que estaban fallando y decrépitos con la edad. Porque aunque su vigor aún no había disminuido, su vejez podría haberlos hecho tímidos, y también haber afectado a las personas con ansiedad, cuando veían a sus líderes no solo de edad avanzada, sino incluso naturalmente no lejos de la tumba.

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