12. Que den gloria a Jehová. Explica cuál será la naturaleza de esos gritos, es decir, celebrar las alabanzas de Dios; porque su bondad y misericordia se verán en todas partes; y por lo tanto, les ordena celebrar esta redención con una voz alegre, porque las benditas consecuencias de la misma serán compartidas por todas las naciones. Y así se nos recuerda que debemos llorar en voz alta en el presente con la mayor seriedad cuando proclamamos las alabanzas de Dios, para que nosotros mismos podamos sentirnos inflamados y emocionar a otros con nuestro ejemplo para que actúen de la misma manera; porque ser tibio, o murmurar, o cantar, como dice el dicho, para ellos y para las musas, es imposible para aquellos que realmente han probado la gracia de Dios.

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