23. ¿Quién está allí entre ustedes? Isaías continúa el mismo tema; porque quiere decir que los judíos son y serán tan estúpidos, que no verán, incluso cuando estén advertidos; y él se dirige expresamente a ellos, porque, si bien deberían haber sido mejor educados y enseñados que otros, sin embargo, no entendieron nada y no observaron los juicios de Dios, a pesar de que eran extremadamente manifiestos.

¿Quién escuchará el tiempo por venir? Es decir, quien, estando por fin sometido por las aflicciones, se arrepiente, aunque sea tarde. Vemos, entonces, cómo este asombro agrava la criminalidad de su locura, porque siempre se negarán a que les enseñen. Sin embargo, aprendamos de qué sirven las amenazas y los castigos; porque Dios no reprende nuestros crímenes, ni nos castiga por ellos, como si se deleitara en vengarse, o exigiera una recompensa, pero que podamos estar en guardia "por el momento".

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