Ahora vemos que lo que Hananías tenía en mente era prometer impunidad a la gente, y no solo esto, sino también calmarlos con vana confianza, como si la gente tuviera a su rey pronto restaurado, junto con el botín que el enemigo tenía quitado. Pero comenzó refiriéndose al poder del rey, para que esa visión terrible no ocupara las mentes de las personas para evitar que recibieran esta alegre profecía. Luego dice: Además, cuando pasen dos años, (195) traeré de regreso a este lugar todos los recipientes que el Rey Nabucodonosor se ha llevado Jeremiah había asignado al exilio del pueblo setenta años, como se ha dicho antes, y como veremos más adelante; pero aquí dice el falso profeta, que después de dos años el exilio del rey y del pueblo llegaría a su fin, y que los vasos que habían sido retirados serían restaurados; él habla también del rey mismo,

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