Luego dice que les contó fielmente lo que Dios había mandado: Así dice Jehová, el Dios de Israel, a quien me enviaste. Por esta circunstancia, él demuestra que estaban más obligados a obedecer; porque si Dios les hubiera enviado a su Profeta, deberían haber obedecido su voz; pero cuando ellos, por su propia voluntad, acudieron a él y rezaron por un favor, y desearon que se les diera a conocer la voluntad de Dios, se volvieron doblemente culpables cuando rechazaron la respuesta que se les dio en el nombre de Dios. Y agrega, para que pueda postrar, o hacer caer, tu oración ante Dios. Hemos declarado lo que significa este modo de hablar; pero hay una diferencia a notar, porque se le había pedido suplicantemente que le pidiera a Dios; y él dice aquí que no solo había rezado, sino que había presentado la oración de todo el pueblo, porque actuó para el público; y luego fue una persona intermedia entre Dios y el pueblo. Sobre esta cuenta, dice, que había sido el asiento para presentar la oración del pueblo a Dios, porque no pidió nada por sí mismo, sino que actuó por todos ellos, y le pidió a Dios que respondiera al pueblo.

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