Aquí el Profeta insinúa por anticipación que, por mucho que se jactan los moabitas, no pueden, por su jactancia y orgullo, tener tanto éxito que Dios no debe aparecer en contra de ellos como Juez. Ya dijimos que, como los moabitas habían estado mucho tiempo en un estado tranquilo, lo que el Profeta denunció sobre ellos, parecía increíble en la primera audiencia. Es entonces como anticipación que dice que los moabitas estaban orgullosos, se hincharon de arrogancia y respiraron mucha arrogancia, que, en resumen, manifestaron altos y elevados espíritus. Cuando el Profeta dice todo esto y agrega que nada los serviría, vemos que se encuentra con esas dudas que podrían haber poseído mentes débiles, para evitar que creyeran en su profecía.

Y cuando usa las palabras, hemos escuchado, no solo quiere decir por informe, sino que los moabitas se jactaban en voz alta, como es habitual con los hombres orgullosos; porque, por así decirlo, hacían un bramido y buscaban, incluso solo con sus lenguas, golpear a otros con terror. Cuando proclamaron su riqueza y su poder, buscaron sacudir el aire para que todos temblaran solo con su voz. Esto parece haber sido expresado por el Profeta, cuando dijo: Hemos escuchado, en resumen, Jeremías no significa que el informe del orgullo de Moab se haya extendido al extranjero, ya que los rumores a menudo vuelan respetando la altivez y la jactancia de los hombres; pero él insinúa que los moabitas eran heraldos de su propio poder, por lo que hablaron en términos elevados de su propia grandeza, y así sus propias lenguas testificaron de su arrogancia y arrogancia. (14) Y, por lo tanto, fue que el Profeta aumentó su orgullo; Moab está muy orgulloso, dice; hemos escuchado su arrogancia, su orgullo y su arrogancia (aunque sea la misma palabra) y la nobleza de su corazón, o, como podemos decir en latín, et altos spiritus, y sus altibajos. Ahora sigue:

El verso puede ser literalmente traducido, -

Hemos escuchado la arrogancia de Moab; Muy arrogante ha sido su insolencia y arrogancia; Sí, su arrogancia y lo elevado de su corazón.

La palabra "arrogancia" significa hinchazón; es crecer a lo grande y reclamar más de lo que nos pertenece. Entonces "insolencia" significa levantarse alto, para despreciar a otros con desprecio. La arrogancia es primero, luego la insolencia: y en la última línea, los dos están invertidos, y con esta diferencia, la disposición se denota en la última línea y la actuación en la primera. - Ed.

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