21. Y en ese momento vino Joshua, etc. De los hijos de Anak hemos hablado en otra parte. Eran una raza de gigantes, con el relato de cuya poderosa estatura los espías aterrorizaban tanto a la gente que se negaron a ir a la tierra de Canaán. Por lo tanto, al ver que eran objetos de tanto temor, era importante que se les quitara de en medio, y la gente estaba más alerta por sus buenas esperanzas de éxito. Habría sido extremadamente perjudicial (119) mantener objetos que los llenaban de alarma y ansiedad siempre presentes ante sus mentes, en la medida en que el miedo oscurecía la gloria atribuida a Dios por victorias anteriores, y derrocaron su fe, mientras que ellos reflejaron que el más difícil de todos sus concursos aún les esperaba. Por lo tanto, no sin causa se menciona entre las otras instancias de ayuda divina, que al purgar la tierra de tales monstruos, se convirtió en una habitación adecuada para la gente. Cuanto menos creíble parecía que se podía luchar contra ellos con éxito, más ilustre era el poder divino desplegado.

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