44. Es un hombre leproso, es inmundo. En la primera parte del versículo dice que el hombre leproso debe ser contado como impuro; pero, en la última parte, le ordena al sacerdote que dicte sentencia contra esta impureza, para que no sea llevada a la congregación. Sobre esta base, dice, "su plaga está sobre su cabeza", lo cual es tanto como decir que está sentenciado a solo ignominia, porque Moisés da por sentado que Dios sostiene a la infamia pública a quien golpea con lepra, y desde allí les recuerda que soportan justa y merecidamente este castigo.

Los dos versos siguientes contienen la forma en que se ejecuta la oración, a saber, que el hombre debe usar una renta en su prenda, que debe ser la marca de su desgracia, que debe caminar con la cabeza descubierta y con su boca cubierta, (para esto supongo que es el significado de cubrirse el labio;) y además de esto, que él debe ser el proclamador de su propia contaminación; finalmente, que debe vivir sin el campamento, como si se le prohibiera la comunicación con los hombres. Moisés aquí (9) se refiere al estado existente de la gente, siempre y cuando residieran en el desierto; porque después de que comenzaron a habitar la tierra, los leprosos fueron expulsados ​​de las ciudades y pueblos para vivir solos. No sé si la opinión de algunos es acertada, que se les ordenó cubrirse la boca o el labio, no sea que por la infección de su aliento lesionen a otros. Mi punto de vista es más bien, que debido a que estaban civilmente muertos, también llevaban el símbolo de la muerte al cubrirse la cara, ya que su separación los privó de la vida ordinaria de los hombres. Donde traducimos "lloraré, inmundo, inmundo", algunos, tomando el verbo, יקרא yikra, (10) indefinidamente, interpretar de forma pasiva, "se llamará:" y admito que en muchos pasajes tiene la misma fuerza que si estuviera en el número plural. Pero, debido a que la repetición de la palabra "impuro" es enfática, es probable que la palabra no sea tomada simplemente como "llamar" (vocare;) y por lo tanto, prefiero inclinarme a la opinión de que, por el comando de la Ley, advirtieron a todos con su propia boca que no se acercaran a ellos, para que nadie se contamine con cautela tocándolos; aunque su impureza quizás se proclamó públicamente, para que todos pudieran exhortarse mutuamente a tener cuidado Y Jeremías parece aludir a este pasaje, donde, hablando (11) de las impurezas de la ciudad, dice que todos los hombres lloraron

"Inmundo; vuela, vuela". (Lamentaciones 4:15)

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