37. Esta es la ley del holocausto. En esta conclusión, Moisés indica que se hizo una provisión completa para que cualquier adición no se insinuara en los inventos del hombre para viciar los sacrificios. En el día, dice, que Dios designó los sacrificios que se le ofrecerían en el Monte Sinaí, no omitió nada que se observara, para que los hombres no se atrevieran a introducir nada excepto lo que prescribió. Y seguramente, cuando así abrazó cuidadosamente todas las ceremonias, podemos deducir fácilmente de ahí cuán fervientemente deberíamos evitar toda temeridad y audacia en la invención. El diseño, por lo tanto, de Moisés fue en esta breve advertencia para exhortar a la gente a la sobriedad, para que no transgredieran los límites impuestos por Dios.

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