3. No hagas saber tu mano izquierda Con esta expresión quiere decir que deberíamos estar satisfechos de tener a Dios como nuestro único testigo, y estar tan sinceramente deseosos obedecerle, para que no nos dejemos llevar por ninguna vanidad. A menudo sucede que los hombres se sacrifican a sí mismos en lugar de a Dios. Por lo tanto, Cristo desea que no seamos distraídos por pensamientos indirectos, sino que vayamos directamente a este objeto, para que podamos servir a Dios con una conciencia pura.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad