26. Pero quedaban dos de los hombres en el campamento. No es seguro por qué no habían aparecido entre los demás. No dudo en absoluto sino de que fueron llamados por Moisés; ni habrían sido dotados con la misma gracia del Espíritu que los demás, si por inactividad o desprecio no hubieran venido en el momento señalado. Podemos, por lo tanto, probablemente inferir que en realidad no recibieron la invitación, porque no se pudieron encontrar; y de ahí surgió que Dios excusó su ignorancia. Aún así, sin embargo, debe observarse que fueron retenidos por el consejo secreto de Dios, que su gracia podría darse a conocer por esta ilustre prueba entre la gente común en general, cuando no todos fueron testigos oculares de ello: porque la mayor parte de ellos no se había reunido en el tabernáculo. Para, por lo tanto, que su fama se extienda más ampliamente y llegue incluso a los más humildes, Dios eligió que este nuevo y extraordinario don de Su Espíritu fuera visible en medio del campamento, para que ninguno de los más aburridos y groseros entre ellos debería pretender ignorarlo. De hecho, es evidente que el milagro los despertó a todos; porque el "joven", del que se habla, no habría corrido para darle la increíble noticia a Moisés, a menos que la novedad del caso lo impactara.

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