57. Y estos son los que estaban contados de los levitas. Él trata por separado de la tribu de Leví, que Dios había separado del resto de la gente; y de los hijos de Leví, el último mencionado es Coat, el fundador de la familia sacerdotal. Por lo tanto, probablemente podemos conjeturar que la ley de la primogenitura no fue considerada cuando Dios se dignó tomar a los sacerdotes de allí. Pero por qué Moisés debería expresar expresamente el nombre de su madre, en contra de la costumbre habitual de la Escritura, no parece muy caro; porque no es probable que haya hecho esto como una distinción a su propia familia, porque al mismo tiempo muestra cómo él mismo, al igual que sus hijos, fue privado del honor (del sacerdocio) (196) en el que ciertamente no hay apariencia de ambición. Es más probable, si la palabra hija se toma literalmente, que él no oculte una circunstancia vergonzosa, para exaltar aún más la indulgencia de Dios; porque, en este caso, Moisés y Aarón surgieron de un matrimonio incestuoso, ya que Amram, su padre, debe haberse casado con su tía, lo que la modestia natural prohibió. Será, entonces, más bien una confesión ingenua de deshonor familiar, que un alarde ambicioso. Si preguntamos cómo se podría haber tolerado esto, la respuesta se sugerirá fácilmente, que esta licencia había prevalecido tan ampliamente entre las naciones orientales, que nadie consideró que eso fuera ilícito, lo cual era de uso universal. Y esto veremos en el presente (197) al que se hace referencia expresa, cuando Dios, al prohibir los matrimonios incestuosos, distingue a su pueblo de otras naciones. No será sorprendente, entonces, que aquellos que aún no tenían prohibido hacerlo por la ley de Dios, hubieran seguido la costumbre general.

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