Al invocar la ayuda de Dios, al mismo tiempo ora (versículo 13) para que sus enemigos se llenen de vergüenza hasta que sean consumidos. Estas palabras, sin embargo, pueden no leerse incorrectamente en tiempo futuro; porque frecuentemente es la práctica de David, después de haber terminado su oración, levantarse contra sus enemigos y, por así decirlo, triunfar sobre ellos. Pero he seguido lo que parece más agradable para el alcance del pasaje. Habiendo tenido la ocasión en otro lugar de explicar esta imprecación, no es necesario que repita, en este lugar, lo que dije anteriormente.

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