Luego agrega: Pero ahora, no según los días anteriores, estaré con el resto de este pueblo, dice Jehová de los ejércitos. Zacarías ahora les recuerda que las cosas habían cambiado para mejor, ya que era evidente que Dios era propicio para ellos. Y si se pregunta la causa de este cambio, la respuesta es la construcción del templo. Si los Profetas no hubieran dicho nada, los judíos solo habrían conjeturado, pero toda duda se habría eliminado; porque Dios había amenazado entonces con un castigo que luego infligió, y luego los exhortó al arrepentimiento, y dijo que se reconciliaría con ellos: cuando los judíos consideraron estas cosas correctamente, no tenían necesidad de recurrir a conjeturas. De hecho, era completamente evidente que Dios los miraba con favor, y que los frutos de su favor estaban ante sus ojos; y así se los alentó a continuar con el trabajo de construcción del templo. Ahora sigue:

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