El Profeta aquí extiende su discurso aún más lejos; porque promete no solo la restauración completa de su pueblo elegido, sino también la propagación de la Iglesia; porque Dios, dice, reunirá una Iglesia para sí mismo de muchas naciones remotas y unirá a muchas naciones en un solo cuerpo. Y esto debería haber servido especialmente para animar a los judíos, ya que así se les enseñó que el templo fue construido, no solo para que Dios pudiera ser adorado por una nación, sino por todas las naciones. Además, como antes de este tiempo algunos habían venido de tierras lejanas para adorar a Dios, el Profeta puede parecer que tiene esto a la vista al usar עוד, oud, el adverbio del tiempo. (91) Pero no solo declara que vendrían algunos, como en la época de Salomón, sino que, como ya he dicho, promete aquí algo más notable: que el templo no pertenecería peculiarmente a los judíos, sino que sería común a todas las naciones; porque no habrá lenguaje ni nación que no se una en la verdadera adoración a Dios. Pero consideremos las palabras del Profeta.

Comienza diciendo que Dios fue el autor de esta profecía; y esto se dijo para asegurar el crédito. No había necesidad, como hemos dicho, de ninguna autoridad común, ya que él estaba hablando de lo que era increíble. Solo había un puñado de personas que regresaron a su país, y muchos peligros los rodeaban casi todos los días; De modo que muchos, cansados ​​de su condición actual, prefirieron el exilio y lamentaron su regreso, ahora se habían infiltrado en la mente de muchos, porque pensaban que habían sido engañados. Desde entonces, el estado de la gente era tal, había necesidad de algo más que ordinario para confirmar lo que se dice aquí: que la gloria del segundo templo sería mayor y más eminente que la del primero: todavía será, él dice. Aunque una comparación está implícita, todavía no se expresa igualdad, como si solo vinieran unos pocos. Pero como no había habido templo durante setenta años, y como el templo, que ahora se comenzó a construir, no tenía gran estima, sino mezquino e insignificante, dice el Profeta, que aún llegaría el momento, cuando las naciones y los habitantes de grandes las ciudades ascenderían a Jerusalén. De hecho, podemos representar רבות, refutar, muchos o grandes, porque significa ambos; pero el Profeta, creo, habla de grandes ciudades; y la razón aparecerá en el presente.

Sin embargo, será que vendrán las personas Y los habitantes de muchas ciudades.

Hay un caso similar en el versículo 23, donde el verbo auxiliar debe entenderse, y [אשר] debe ser traducido. - Ed.

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