CAPÍTULO 1.

LA GENEALOGÍA Y EL NACIMIENTO DE JESÚS.

La genealogía puede parecernos fácilmente el comienzo más desagradable del Evangelio. ¡Una seca lista de nombres! Es el tributo que el Evangelio rinde al espíritu del judaísmo. Los judíos daban mucha importancia a las genealogías, y para los judíos cristianos la condición de Mesías de Jesús dependía de que se probara que era descendiente de David. Pero el asunto difícilmente puede ser tan vital como eso. Podemos distinguir entre la cuestión de hecho y la cuestión de fe.

Puede ser que Jesús realmente descendiera de David, muchas cosas apuntan en esa dirección; pero incluso si no lo fuera, aún podría ser el Cristo, el cumplidor de los ideales del AT, el portador del mayor bien, si poseyera las calificaciones espirituales adecuadas. ¿Qué si el Cristo no fuera el hijo de David en el sentido físico? Era sacerdote según el orden de Melquisedec, aunque ἀγενεαλόγητος; ¿Por qué no el Mesías en las mismas condiciones? Todavía podría ser un hijo de David en el sentido en que Juan el Bautista era Elías en espíritu y poder, realizando el ideal del rey héroe.

El reino de la profecía vino solo en un sentido espiritual, ¿por qué no también el rey? Los dos cuelgan juntos. Pablo no era un apóstol en el sentido legitimista, no era uno de los hombres que habían estado con Jesús; sin embargo, fue un apóstol muy real. Así podría ser Jesús un Cristo, aunque no descendiente de David. San Pablo escribe ( Gálatas 3:29 ): “Si sois de Cristo, entonces sois descendencia de Abraham”.

Entonces, podríamos decir: si Jesús era apto para ser el Cristo en cuanto al equipo espiritual, entonces era de la simiente de David. No hay evidencia clara en los Evangelios de que Jesús mismo le dio valor a la descendencia davídica; hay algunas cosas que parecen apuntar hacia el otro lado: por ejemplo , la pregunta, "¿Quién es mi madre?" ( Mateo 12:48 ; Marco 3:33 ), y el otro, “¿Qué pensáis del Cristo, cuyo hijo es Él?” ( Mateo 22:42 , et párr.

). Hay razón para creer que, como San Pablo, argumentaría de lo espiritual a lo genealógico, no al revés : no Cristo porque de David, sino de David, al menos idealmente, porque Cristo en otros terrenos superiores.

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